Ese otro barrio

ESE OTRO BARRIO.-

Esther Muñoz, delegada de la APDHA en Córdoba.



Tiene que ser un poco aburrido mirar la calle por un agujerito tan reducido
y pequeño, pero es así. Hay quien lo reduce todo al bueno, al perfecto y,
enfrente, el malo, el imperfecto, el diferente, en definitiva, el otro.

El machismo plantea que el perfecto es el hombre y la mujer es la otra a la
que se puede maltratar y asesinar si se diera el caso. El racismo considera
que lo blanco es perfecto y el resto de colores de piel, lo imperfecto y el
origen de muchos males. El clasismo atiende y cuida a la clase media por
encima de cualquier circunstancia y considera que la pobreza y la exclusión,
responsabilidad individual de quien la padece y, por tanto, se critica, se
acusa, se condena y se utiliza.

Ya nos extrañaba que en plena vorágine electoral no hubiera surgido el
barrio de Las Palmeras. Es así. Primero se construye un barrio para albergar
todo tipo de miserias, lejos, fuera de alcance de todo y todos; el autobús
no tiene parada en el interior del barrio, las papeleras no existen, los
contenedores no se limpian, ni se arreglan, las oficinas de servicios
públicos brillan por su ausencia...

Las noticias de menores y jóvenes que estudian, de mujeres que trabajan
incansablemente para que a sus hijos no les falte nada, de aquellos que han
progresado y se han mudado buscando un lugar más acogedor para su
familia...esas noticias no interesan, esas no se difunden porque acaban con
la imagen del "otro".

Imaginemos por un momento que se construyera un barrio para albergar a todos
las personas que defraudan a hacienda, o aquellos que lavan dinero con
transacciones inmobiliarias, o concentráramos a todos las personas que se
dedican a la venta de droga, a "todas", los que viven en barrios pobres y
los que disfrutan de mansiones...Imaginemos los índices de delincuencia que
se obtendrían de dicho barrio.

Pero la barriada de Las Palmeras la necesitamos, son nuestro "otro oficial",
existen otros más dañinos pero también con más capacidad de respuesta y
entonces preferimos mirar para otro lado: empresas que contratan por 4
horas, obligando a jornadas laborales de 10; dinero que se limpia comprando
viviendas aunque luego éstas se quedan vacías; vendiendo sin facturación;
declarando menores ingresos de los que se facturan... Esos "otros" responden
y su quehacer se convierte en normalidad hasta tal punto que acaban
provocando que se les apoye.

Por todo, al menos no sean cínicos, no utilicen la pobreza, si no interesa
para abordarla, si no interesa para prevenirla, al menos no la utilicen en
beneficio propio.



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